Revive la Misión

Devocional día 1:

 

La provisión de Dios

por Malem Silva, egresada de Obstetricia y Puericultura el año 2010.

Recuerdo un episodio en Julio hace algunos años atrás, cuando me encontraba en Sudáfrica, orando y buscando la dirección de Dios, preguntándole por Su propósito para mí y hacia donde quería dirigirme después de mi tiempo aprendiendo inglés. Mi presupuesto y ahorros habían sido suficientes para costear mi estadía de 6 meses en aquel país africano, pero hasta ahí llegaban. Dios me habló y me mandó a Australia. Tuve temor de dejar a mis amigos, pero aun más, de no tener el dinero e inglés suficiente para llegar a aquel país.

¿Qué hizo Dios? De la nada, un amigo indio misionero que nada sabía de mi dilema me regaló R1.000 (equivalente aprox. a $55.000) porque “Dios se lo había dicho”. Confirmándome que el que llama, provee. Obvio no iba a cubrir todos los gastos que necesitaba, pero fue suficiente para recordarme que “Él tiene el control”. 

Segundo, durante mis tiempos devocionales, Dios me guio a Mateo 17:24-27, donde hablan sobre el pago del impuesto al templo… y pues, ¿qué tiene que ver con la capacidad provisoria de Dios?

Leamos:

Cuando llegaron a Capernaúm, los cobradores del impuesto del templose acercaron a Pedro y le preguntaron: —¿Tu maestro no paga el impuesto del templo? —Sí, lo paga—contestó Pedro. Luego entró en la casa, pero antes de tener oportunidad de hablar, Jesús le preguntó: —¿Qué te parece, Pedro? Los reyes, ¿cobran impuestos a su propia gente o a la gente que han conquistado?—Se los cobran a los que han conquistado—contestó Pedro. —Muy bien—dijo Jesús—, entonces, ¡los ciudadanos quedan exentos! Sin embargo, no queremos que se ofendan, así que desciende al lago y echa el anzuelo. Abre la boca del primer pez que saques y allí encontrarás una gran moneda de plata. Tómala y paga mi impuesto y el tuyo.

  •  ¿Quienes debían pagar el impuesto?
  • ¿Qué está declarando Jesús entre líneas?
  • ¿Dónde manda a Pedro a buscar el dinero para pagar?

¿No es Pedro un pescador? ¿Pudo Jesús haberlo enviado a sacar las monedas de debajo del jarrón empolvado del patio de la casa de la vecina de la esquina? ¿o al lado de la pata del asno que estaba amarrado a la entrada de la ciudad? ¿o del pozo de donde sacaba agua su mujer? Por supuesto que sí, pero lo manda a pescar, aquel oficio que Pedro conoce bien.

Para mí significó que Dios iba a proveerme a través de mi trabajo de matrona (claro, ahí recordé que mientras trabajé en Santiago ahorré dinero para mi “futura casa” o “futuro matrimonio”… Dinero que finalmente fue ofrendado para hacer aquello a lo que Dios me estaba llamando).

  • ¿Que habilidad Dios te ha dado para generar recursos?
  • ¿Por que nos da temor poner todos nuestros ahorros al servicio del Reino de Dios?
  • ¿Tienes tus propias experiencias de cómo Dios ha provisto?

Para mí Dios proveyó en cada época (cuando llegó el tiempo, igual pude postular para comprarme mi departamento y también casarme). Necesitamos vivir con la certeza de que SOMOS SUS HIJOS.

Sin duda Dios obra en maneras inexplicables y milagrosas, otras veces a través de aquello que nuestras propias manos producen… esa también es Su provisión.

Oremos. Que Dios cambie nuestros temores por la certeza de su provisión, y ello nos de libertad de poner a Su servicio todo aquello que nuestro trabajo nos permite producir.