Cuando me pidieron compartir una reseña sobre algún material que me haya impulsado a las misiones me puse a pensar y surgió en mi mente un libro en particular. 

La historia es larga, son años en los que Dios trabajó nuestros corazones para llegar al momento de tomar la decisión de salir al campo misionero. Sin embargo, hay hechos puntuales que tienen que ver con este libro que quiero invitarles a leer, pero ojo… ¡bajo tu propia responsabilidad! Aquí les va:

En algún momento, no recuerdo cuando ni a través de quien, llegó a nuestra casa el libro Radical de David Platt. Mi marido, David, fue el primero en interesarse y comenzar a leerlo. A medida que avanzaba noté que estaba tan impactado por la lectura que también me entusiasmé y comencé a hojearlo. Leí el primer capítulo y comprendí por qué. 

¿Por qué salir de mi realidad si estoy sirviendo a Dios? Trabajo muchas horas, soy mamá, sirvo en la iglesia, bastantes horas más ¿acaso no es suficiente?

Por aquel tiempo estábamos sirviendo como pastores de jóvenes en nuestra congregación, además de nuestros trabajos como profesores. Estábamos bien, cómodos en muchos sentidos; hacíamos cosas que nos gustaban, tanto en la iglesia como en nuestras profesiones, teníamos un buen pasar, no dinero a raudales, pero suficiente como para la vida que queríamos llevar. Sin embargo, de fondo, había una sensación de…no sé cómo llamarlo… “insatisfacción”, es difícil definirlo, la sensación de “hay algo más”.

“Tú y yo podemos decidir continuar como siempre con la vida cristiana y con la iglesia en su totalidad, disfrutando del éxito basado en las normas definidas por la cultura que nos rodea, o podemos darle una mirada sincera al Jesús de la Biblia y atrevernos a preguntarnos cuáles serían las consecuencias si le creyéramos y le obedeciéramos de verdad.” 1

Uf! Esa frase (que, dicho sea de paso, aparece ya en la segunda hoja del primer capítulo) fue una bofetada demasiado fuerte como para ignorarla.  Algo parecía cobrar sentido a medida que avanzaba la lectura pero era molesto, hasta doloroso. Era como cuando alguien te canta tus verdades en la cara: esas verdades incómodas, que sabes que son ciertas, pero no quieres oírlas.  ¿Por qué salir de mi realidad si estoy sirviendo a Dios? Trabajo muchas horas, soy mamá, sirvo en la iglesia, bastantes horas más ¿acaso no es suficiente?

Pero el libro seguía: 

“…despierta y date cuenta de que hay cosas infinitamente más importantes en tu vida que el fútbol y una cuenta de ahorros. Despierta y comprende que hay batallas reales que pelear, diferentes por completo a las «batallas» superficiales e insignificantes en las que te concentras. Despierta a las incontables multitudes que hoy están destinadas a una eternidad sin Cristo.«2

“En muchos aspectos, hemos adoptado a ciegas y sin saberlo valores e ideas que son comunes en nuestra cultura, pero que van en contra del evangelio que enseñamos. Aquí estamos, en medio de un sueño americano dominado por el avance personal, la autoestima y la autosuficiencia, por el individualismo, el materialismo y el universalismo.«3

Pasó el tiempo, pasaron muchas cosas, y otros libros (como Asesinato a los cristianos, de Tom Doyle y No desperdicies tu vida, de John Piper). Entre aquellas cosas, participamos en un campamento de movilización misionera llamado CIMA de una organización llamada MOVIDA, donde sirven grandes amigos nuestros. La verdad fuimos para colaborar con ellos en algunas áreas que requerían apoyo, no íbamos en una búsqueda especial. ¡Pero sucedió! al terminar ese campamento el desafío se hizo más grande, y aún así, logré acallarlo un año más, hasta el siguiente campamento donde participó solo David, ya que nuestra segunda hija había nacido hace poco. Al regresar de ese campamento, me miró y me dijo: tenemos que hablar…yo sabía de qué era. “Nos vamos a la misión o nos quedamos, pero no podemos seguir sin tomar una decisión”

Y aquí estamos varios años después, sirviendo en Bolivia con infancia en riesgo, con programas para niños en abuso sexual, cáncer, desnutrición y pobreza. Niños que realmente la pasan demasiado mal, a los que no solo les ayudamos a mejorar su calidad de vida sino mostramos a un Jesús que les ama y se interesa por ellos, se interesa de verdad. 

“Esta es la imagen de Jesús en el evangelio. Él es algo, alguien, por quien vale la pena perderlo todo. Y si nos alejamos del Jesús del evangelio, nos alejamos de las riquezas eternas. El costo de la falta del discipulado es profundamente mayor para nosotros que el costo del discipulado. Porque cuando abandonamos las baratijas de este mundo y respondemos a la invitación radical de Jesús, descubrimos el infinito tesoro de conocerlo y experimentarlo a Él.” 4

Te invito a leer Radical de David Platt pues para nosotros fue un punto de partida, el fósforo que provocó un incendio que hasta hoy no he podido apagar (y de verdad lo he intentado). Espero logre encender la mecha en tu vida y podamos encontrarnos en las naciones, en algún momento de esta corta vida. 

Te abrazo a la distancia, oro por tu despertar, te animo a escuchar con tu espíritu las palabras que me remecieron por completo: 

Si quieres ser mi discípulo, debes aborrecer a los demás—a tu padre y madre, esposa e hijos, hermanos y hermanas—sí, hasta tu propia vida. De lo contrario, no puedes ser mi discípulo.

Lucas 14:6 (NTV)

Puedes encontrar el libro en librerías cristianas chilenas como ésta, también está disponible en formato ebook/kindle.

Pamela, David y su familia

David y Pamela son misioneros sociales, junto a sus dos hijos José David (6) y Amparo (4) trabajan con infancia en riesgo en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Ambos participaron activamente del GBU en su etapa universitaria, David como secretario ejecutivo del GBU Osorno y Pamela fue secretaria y presidenta de la DEN. Puedes contactarte con ellos y saber más de su obra en Bolivia escribiéndoles a pamelavalenzuelacastro@gmail.com

  1. Platt, David. Radical. Editorial Unilit, 2013. pp 2
  2. Platt, David. Radical. Editorial Unilit, 2013.  pp 11
  3. Platt, David. Radical. Editorial Unilit, 2013.  pp 14
  4. ibid.