Chris Overhall es un misionero australiano que ya lleva un tiempo sirviendo en el GBUCH como asesor de capacitación. En este texto nos cuenta cómo ha sido su experiencia trabajando por el movimiento, y las enseñanzas que el servir como asesor en Chile le ha dejado.

Ha sido un honor y placer ser asesor durante los últimos 3 años. Soy Australiano, y por eso ser parte del equipo de los asesores de GBUCH me ha ayudado de muchas maneras. Desde la oportunidad de conocer nuevos amigos y colegas con los que puedo contar en el día a día de la vida ministerial, como también la manera tan amorosa con la que me han recibido los estudiantes. En los campamentos, o en la oficina de Santiago, o a través de Zoom, siempre me he sentido bienvenido en el movimiento.

Cada vez que he estado involucrado en un curso de MOCLAM o como expositor en un campamento, o como participante en una reunión o núcleo, siempre me ha llamado la atención el corazón de los estudiantes por el ministerio del evangelio en la universidad, y la devoción por las escrituras. Es un privilegio estar involucrado en la formación de la próxima generación de líderes en GBUCH y en la iglesia Chilena.

Es un privilegio estar involucrado en la formación de la próxima generación de líderes en GBUCH y en la iglesia Chilena

Aunque seamos diferentes, el evangelio nos hace uno, tenemos el mismo Señor y Salvador, y pertenecemos al mismo pueblo, el pueblo de Dios. En Jesús somos hermanos, y le doy gracias a Dios por el lindo tiempo que he pasado en GBUCH, y espero que sea mucho más.

Durante los últimos tres años, Dios me ha enseñado cada vez más que su evangelio es el que tiene el poder para lograr nuestra misión. Viviendo en otro país, el Señor me ha llevado a aprender nuevas cosas, como lo son un nuevo idioma, nuevas y diferentes costumbres, y por supuesto, ¡Los chilenismos! Mi español no es perfecto y cometo errores, a veces no tengo idea de qué debería decir o no entiendo simplemente. Sin embargo, en medio de esto, Dios me ha recordado que no soy yo quien tiene el poder, sino que es el mensaje de Jesús crucificado y resucitado es donde se encuentra el poder para renovar la universidad para Cristo. Dios me ha enseñado sobre esta verdad muchas veces durante los tres años que llevo en Chile. Como Pablo nos dice en 2 Corintios 12:9:

  «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad.»

He podido ver esta verdad reflejada muchas veces durante estos años de servicio en el GBUCH. Dios me ha recordado que su gracia es suficiente y el poder de su evangelio puede trabajar a través de mis debilidades.

La declaración del cristianismo (del evangelio) no es que seamos perfectos o fuertes en nosotros mismos, sino que en Jesús tenemos un rey perfecto y un sacrificio para perdonar nuestros pecados y cubrir nuestras debilidades con su poder divino. Él es el poder para cambiar nuestras vidas. Él nos puede usar a su servicio aunque seamos débiles. Él es la roca segura y la tierra firme para construir nuestras vidas y nuestros ministerios. El mensaje de Cristo crucificado es el poder que cambia todo.

Espero seguir aprendiendo esta verdad de una manera más profunda todos los días mientras sigo involucrado con GBUCH.